Uno de los momentos más alegres del día es sin duda el del baño. Coger al bebé y meterlo en la bañera es una sensación muy agradable e íntima, que ningún padre quiere (y debe) perderse. No obstante, hay una serie de aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de bañar a niños y bebés, sobre todo en materia de seguridad y salud. Por ejemplo, el cuidado de la piel desde una edad temprana repercutirá en cómo esté esta durante la edad adulta.
A la hora de bañar a bebés y niños, el sentido común y la precaución ayudarán a hacer aún más agradable y segura esta experiencia.
Nunca solos
Cuando estés bañando al bebé, no abandones el cuarto del baño bajo ningún concepto. Ni siquiera cuando esté en la bañera. Es evidente que con unos pocos meses tendrás que sujetarlo para bañarlo, pero incluso cuando tenga más edad y parezca seguro mientras se baña debes perderlo de vista un solo momento.
Cuando ves que el niño se sienta y juega en la bañera, incluso cuando empieza a encargarse de limpiar determinadas zonas de su cuerpo de forma autónoma, lo cual es importante a la hora de prevenir abusos, es bastante fácil pensar que no pasa nada por salir un minuto. Pero es justo en ese momento cuanto se pueden producir incidentes, de modo que no podemos perder de vista jamás al niño durante el baño.
Esto, además de aplicarse mientras lo estás bañando, hace que debas extremar las precauciones para que tampoco entre solo al cuarto de baño. Para evitar que lo hagan cuando son pequeños, puedes colocar un pestillo en la puerta a una altura que impida que la pueda abrir. También debes asegurarte de que puedes abrir desde fuera cuando por algún motivo se haya quedado encerrado dentro. En principio parece alarmista, pero te sorprendería la cantidad de veces que pasan estas cosas a lo largo de la vida de un niño.
Juguetes durante el baño
¿Es adecuado que el bebé tenga juguetes mientras se está bañando? No hay nada de malo en ello, siempre y cuando estos sean adecuados para su edad. Nunca dejes nada que puedan tragarse con facilidad en sus manos, ni tampoco les des el bote de champú, ya que podrían conseguir abrir el tapón e ingerir el contenido. Es verdad que los tapones de seguridad ayudan bastante, pero las habilidades que desarrollan los niños parecen avanzar más deprisa que la tecnología en materia de seguridad. Así que lo mejor es ser precavidos.
Si tienes cualquier duda acerca de si un juguete es adecuado o no, lo mejor es consultar con el pediatra y que sea este profesional quien te ayude a decidir adecuadamente.
Cuidado de la piel
La piel de los niños está empezando a formarse, por lo que aún no cuenta con la protección adecuada para según qué cosas. Además, piensa que este órgano tiene memoria, y que hay cosas que en principio no parecen tener importancia que en la edad adulta serán imposibles de solucionar.
Asegúrate de que el jabón que usas es adecuado, ya que cada tipo de piel es distinta y el que funciona muy bien para una puede irritar otra. Lo mejor es hacer varias pruebas y utilizar diferentes tipos y marcas de jabones. Si por algún motivo notas que tiene picores o enrojecimiento, pasa a otro jabón y no vuelvas a utilizar ese.
Algunos expertos alertan acerca de los baños de espuma, que son muy divertidos, no lo vamos a negar. Sin embargo, en determinados casos producen quemaduras en la piel, rojeces que se relacionan con infecciones en el tracto urinario, por ejemplo, y que pueden hacer que salgas corriendo a que lo mire el médico. Cuando en realidad es una reacción a las burbujas, divertidas pero no muy positivas.
Cuando el niño empieza a ser más mayor
Alrededor de los 4 o 5 años, es un buen momento para enseñar al niño a ser más independiente a la hora de lavarse y secarse. También a empezar a vestirse por ellos mismos. También es buena edad para enseñarles que hay ciertas cosas que no debe tocar nadie, ni siquiera papá o mamá. De este modo aprenderán unas pautas básicas contra los posibles abusos que pudiera tratar de cometer algún adulto.
Mientras se están bañando, secando y vistiendo, deberás seguir estando allí para asegurarte de que lo hace bien y prestar ayuda si fuera necesario. Pero a esa edad ya no deberías estar encargándote de todo lo relacionado con la higiene y el baño. Debes poner ciertos límites por seguridad.
Sigue disfrutando de la hora del baño de tu bebé, tomando las precauciones adecuadas para que el momento sea seguro y su piel esté bien cuidada. Y también para que siga creciendo y desarrollándose como persona. Porque nos encantaría que siguieran siendo niños siempre, pero es inevitable que dejen de serlo.
Lidia es nuestra redactora jefa, y hace tiempo que colabora con Monpetit. Mamá de 3 peques con los que aprende a enamorarse de la vida día a día.
