Que un niño sea zurdo no es considerado un problema como lo era hace algunos años cuando un niño empezaba a mostrar sus habilidades con la mano izquierda y se le obligaba a utilizar la mano derecha, ya que se consideraba un mal hábito. Hoy en día es algo normal, una condición presente en mas de un 15% de la población mundial infantil.
¿Porqué un niño es zurdo?
El ser diestro o zurdo es una circunstancia predeterminada genéticamente, que se expresa en el proceso de lateralidad de cada individuo. Algunas investigaciones realizadas por expertos han dado como resultado que el ser diestro o zurdo puede definirse en el útero materno cuando el feto tiene unas 10 semanas de vida. Para llegar a este resultado los científicos estudiaron imágenes obtenidas por ultrasonido de 1.000 fetos y luego continuaron el seguimiento de algunos de ellos tras su nacimiento. Después de observar su desarrollo concluyeron que si un feto de 10 a 12 semanas prefiere chuparse el dedo gordo de la mano derecha en lugar del de la izquierda, “tendrá tendencia a utilizar la diestra posteriormente”, durante el resto de su vida, sin embargo no existe evidencia absoluta de que a una edad muy temprana el cerebro tenga control sobre estos movimientos en el útero materno, es mas probable que se trate de un reflejo de la médula espinal.
El dominio de la mano, sea derecha o izquierda, lo determina el cerebro. El lado derecho controla la mano izquierda y el izquierdo la mano derecha. Por esta razón, a un niño zurdo no se le puede obligar a que escriba con la mano derecha. No existe entrenamiento alguno que lo haga cambiar. Por muchos esfuerzos que se haga, el niño seguirá tendiendo a usar su mano izquierda para la realización de acciones ya que esto es parte de su naturaleza y no de un hábito o una costumbre que él haya adquirido. Si se obliga a un niño a utilizar la mano más débil y menos hábil en la realización de las tareas, los resultados pueden ser frustrantes para él. Le agotará sin razón y le hará más torpe. Cambiar las preferencias laterales del niño conlleva desventajas como dificultades para distinguir la derecha de la izquierda, trastornos en la escritura, dislexia e incluso tartamudez. La principal preocupación que existe en cuanto a la zurdera es de adaptabilidad de los niños a un mundo hecho en su mayoría para los diestros.
¿A que edad sé si mi niño es diestro o zurdo?
A los 2 o 3 años aun no ha definido su lateralidad que es el predominio de una parte del cuerpo sobre la otra y se le considera ambidiestro (tiene habilidad con ambas manos)
Es generalmente a la edad de 4 años que se establece la preferencia por una mano u otra; si a esta edad, el niño aun utiliza ambas manos indistintamente es posible que tenga un problema de motricidad, es hasta a los 7 u 8 años aproximadamente, que se conoce definitivamente si un niño es diestro o zurdo; es en este momento cuando escoge la mano con la cual escribirá, que marcará su lateralización. Si el niño usa de manera preferente la mano, el pie y el ojo del mismo lado, se dice que la lateralización es pura. Si por el contrario es diestro de mano y pie y zurdo del ojo hablamos de lateralización cruzada.
Para saber cuál es la dominante, se debe ofrecer un juguete al niño de frente a él y en la línea media y observar con qué mano se dirige a cogerlo. Se puede repetir varias veces, para asegurarse. También se puede ver con gestos cotidianos y que el niño haga sin pensarlo, como con que mano juguetea con su ropa.
Algunos niños no tienen preferencia aún. Puede ser que aún estén madurando o que sean ambidiestros. Ser zurdo o diestro no es ni mejor ni peor. No influye en el desarrollo de la inteligencia, pero puede influir en algunos aspectos del aprendizaje, ya que la mayoría de los objetos de uso cotidiano están hechos para los diestros, los pupitres, Cortar con tijeras (aunque existen tijeras para zurdos, y otros artículos), uso de los cubiertos en la mesa.
Si el niño parece ser zurdo, no conviene impedir que use su mano izquierda, ni “engañarle” o forzarle a que utilice la derecha. Esta actitud sí puede ser perjudicial para su futuro aprendizaje.
Lidia es nuestra redactora jefa, y hace tiempo que colabora con Monpetit. Mamá de 3 peques con los que aprende a enamorarse de la vida día a día.
