Consejos si tu hijo tiene alergia al polen

La llegada de la primavera es sinónimo de alergias, y la alergia al polen es la más destacada en esta época del año. Entre marzo y junio los árboles, plantas y arbustos comienzan su proceso de polinización que llenan el aire del campo y las ciudades de estas pequeñas partículas. Ya escribimos sobre las alergias infantiles en una entrada anterior, pero hoy vamos a profundizar un poco más para ayudaros a identificar los signos se alergia al polen y como lidiar con ello.

Como sé si mi hijo tiene alergia al polen

Lo primero que debes hacer es saber si los síntomas que tiene tu pequeño son o no provocados por una alergia. Es frecuente confundir una alergia con un resfriado corriente, pero tienen algunas diferencias que te ayudarán a diferenciar una cosa de la otra:

  1. Un catarro dura días, en cambio la alergia durará los meses de polinización.
  2. El resfriado empeora durante unos días y pasado un tiempo mejora, la alergia no tiene este proceso.
  3. La alergia al polen tiene un horario claro teniendo en cuenta las horas con más polen en el ambiente: empeora un poco por la mañana, mejora al mediodía y el peor momento del día es al atardecer.

Generalmente suele ser fácil reconocer la alergia al polen por ser una alergia estacional, por lo que el pico se encontrará durante la primavera. De todas formas, es conveniente que lleves a tu hijo al pediatra para que le hagan una prueba cutánea en la cual se ponen diversos alérgenos y se observa si con alguno se produce una irritación en la piel. Esta prueba junto con un análisis de sangre te hará saber si realmente tu hijo tiene alergia al polen.

Saber reconocer si es alergia al polen

Prevenir una crisis alérgica

Si finalmente las pruebas han determinado que tu hijo es alérgico al polen lo mejor será prevenir. Como dice el dicho, «mejor prevenir que curar.» Evidentemente es imposible evitar al 100% el contacto del polen con tu hijo, pero se pueden hacer varias cosas para reducir la cantidad y el tiempo de contacto.

  • En los días de mucho calor o de viento evitar salir a la calle y en especial a la montaña, ya que son los días con picos de polen más altos.
  • Ten las puertas y las ventanas tanto de casa como del coche cerradas. Durante la noche, entre la 1 y las 8, presta especial atención a esto ya que es cuando mayor cantidad de polen hay en el ambiente. Utiliza el aire acondicionado o un ventilador siempre que puedas en vez de abrir puertas y ventanas.
  • No tiendas la ropa en exteriores ya que se adherirán partículas de polen y al ponérsela le provocarán irritación y picor en la piel. Trata de secarla dentro de casa con un tendedero para el interior.
  • Evita el contacto de tu hijo con sustancias irritantes como el humo del tabaco o la gasolina.

Tratamiento para la alergia al polen

Evitar el contacto de tu pequeño con el polen es prácticamente imposible. Al salir a la calle, el polen está por todo el aire y es complicado que este no entre en contacto con la piel o las fosas nasales de cualquier persona. Por eso, si tu hijo comienza a sufrir los síntomas de la alergia es importante que sigas una serie de pasos para tratar de contrarrestarlos lo más rápido posible.

Tratamiento de la alergia al polen

Uno de los efectos más comunes que produce la alergia al polen es el picor nasal, los estornudos y la rinorrea. Para eliminar estos síntomas, lo más recomendable es darle a tu pequeño antihistamínicos de segunda generación, que son los que provocan menor acción sedante. Si estos fármacos no surgen efecto, pasadas unas horas puedes darle descongestionantes, que también son eficaces contra estos molestos síntomas. En algunos casos estos tratamientos no funcionan. Lo más recomendable entonces es que lo visite el pediatra te tu hijo y lo más probable es que le aplique la inmunoterapia, un tratamiento a base de vacunas que reducirá o eliminará los efectos de la alergia parcial o totalmente.

Existen mascarillas para evitar que las partículas de polen penetren en las vías respiratorias, pero no son muy recomendables para los niños salvo que tu hijo tenga un grado de sensibilidad a la alergia muy elevado. Por un lado, será molesta para el pequeño y probablemente se la quite varias veces durante el día, de manera que se pueda llegar a llenar de polen por el interior. Por otra parte, en el colegio muchos niños querrán probarse la mascarilla y eso puede ser una fuente de virus.

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