Para las nuevas madres, que su recién nacido no deje de llorar es probablemente de los momentos más frustrantes tras ser madre. Imagínate acabar de dar a luz, con todo lo que ello conlleva (es muy duro, tanto físicamente como psicológicamente, y no olvidemos que una parte significativa de estas mujeres puede sufrir depresión post-parto), y que de repente a tu bebé no le acabe de convencer nada de lo que sucede a su alrededor; es más, parece que lo odia todo.
Todos los bebés lloran, es su manera de comunicarse, puesto que no pueden hacerlo de otra manera todavía. Es normal que resulte estresante al principio, pero hay que entender al recién nacido: probablemente, para él es todo incluso más duro y desconcertante. Además, no olvides que os acabáis de conocer, a medida que paséis tiempo juntos, comenzarás a entender mejor sus necesidades y las razones por las que llora. Y entonces sentirás que retomas el control de la situación.
Los bebés pueden llorar por diferentes razones; al igual que los niños un poco más mayores y los adultos, tienen diferentes zonas de confort en diferentes situaciones. El hambre es la razón más plausible de que un bebé esté llorando; dado que solo pueden alimentarse con leche materna durante algunos meses, tiene sentido que necesiten comer muy a menudo al principio. Esto se soluciona fácilmente, como ya te debes imaginar; aunque sea un palo levantarse por la noche cada dos horas, si el bebé llora porque tiene hambre, dejará de hacerlo cuando esté alimentado.
Otra razón por la que los bebés lloran constantemente es por incomodidad. Quizá tiene demasiado calor o demasiado frío (los bebés no tiritan de frío, por lo que no es tan fácil determinar a simple vista la temperatura del bebé, pero se puede saber si le tocamos las manos o el cuello). Puedes saber más sobre cómo controlar la temperatura a los bebés en este post.
También tienes que verificar si la ropa le molesta, comprueba si le queda muy prieta o hay accesorios (botones, costuras) que pueden estar haciéndole daño, a veces es el caso.
Por supuesto, en la categoría de incomodidad se incluyen también los pañales sucios, el otro gran motivo de molestia que hace que los bebés lloren. Revisa periódicamente que el pañal esté limpio, ya que es más fácil y rápido comprobar esto que no si el bebé tiene hambre. Esta causa de llanto también es muy simple de resolver, simplemente cámbiale el pañal para que el bebé esté más confortable, y dejará de llorar.
Entre otras razones de que un bebé llore, están también el cansancio, y el dolor. El dolor es más difícil de detectar, especialmente si no hay causa aparente que lo haya provocado (algún golpe o arañazo). Es habitual que los bebés tengan cólicos, y que les duelan las encías cuando comienzan a salirles los dientes. Si todo lo anterior no parece ser la causa, y el llanto es agudo, acude al médico. Ante la duda, siempre es mejor prevenir.
Carolina es mami de dos gatos, una cobaya y una increíble niña de 8 años.
