Consejos para ayudar a tus hijos a atarse los zapatos

Hay momentos en la vida y el desarrollo de los niños que suponen un gran avance. Uno de ellos es el día en el que por fin dejan de usar los pañales, del que ya hemos hablado antes. Otro momento importante es aprender a atarse los zapatos por sí solos. Algo que puede suponer un desafío no solo para ellos, sino también para los padres. De hecho, algunos retrasan este momento y prefieren seguir usando zapatos con velcro o mocasines sin cordones para no perder la paciencia.

Pero tarde o temprano el día tiene que llegar. Además, al ayudar a tus hijos a atarse los zapatos ellos mismos les damos un empujoncito hacia la autonomía, además de comenzar a combinar su capacidad visual con el movimiento de las manos. Lograrlo mejora la confianza en ellos mismos y les motiva a seguir creciendo y aprendiendo cosas nuevas. Así que lo mejor es empezar a planificar el momento y ayudarles a desarrollar sus habilidades.

No lo retrases, pero tampoco te precipites

Cada niño tiene un desarrollo diferente, así que no siempre estará preparado para aprender a atarse los cordones a la misma edad que otros. Lo normal es que las niñas sean algo más adelantadas, así que puede que con unos 4 años estén listas para empezar a ponerse ellas solas los zapatos. Más o menos se adquiere destreza a los 4 o 5 años, aunque conviene asegurarse.
Antes de empezar a ayudarle a atarse los zapatos, comprueba que tu hijo cuenta con la habilidad manual suficiente. Además, es muy importante que quiera aprender, pues de lo contrario no habrá nada que hacer.

Elige un momento en el que puedas dedicar suficiente tiempo. Si lo haces justo el día en el que tienes que salir corriendo para llevarlo al colegio o ir al trabajo, la experiencia será traumática y estresante. Así que busca un día libre, por ejemplo durante el fin de semana, para hacerlo con calma.

Haz que imite tus movimientos

Como mejor aprenden los niños es con el ejemplo de los adultos, sobre todo de sus padres, en quienes se fijan todo el día y a quien quieren imitar. Por eso, lo primero que tienes que hacer si quieres que aprenda a atarse los zapatos es que te vea hacerlo repetidas veces. Átate los cordones poco a poco, despacio, para que el niño te vea hacerlo y pueda imitar los movimientos. Si además añades algún juego o una canción, le ayudarás a fijar en su memoria los movimientos y se convertirá en una experiencia divertida.

Aprender a mover los dedos

Una de las cosas que tiene atarse los zapatos es que se hace de forma automática, cuando sabes hacerlo. Los dedos se mueven solos, pero los niños necesitan aprender a moverlos y puede ser bastante complicado. Así que antes de enseñarle a anudar los cordones necesitarás mostrarle cómo tiene que mover los dedos para que el cordón se sujete y lo pueda pasar de uno a otro lado.
Si le ayudas a sujetar primero el cordón y luego vas guiando su mano con la tuya, podrá ver cómo hacerlo. Después, dale las pautas para que lo pueda hacer sin ayuda, con paciencia y diciendo que no pasa nada si no lo consigue. Acabará por hacerlo.

Enséñale los movimientos para hacer el nudo

Después de haber adquirido la coordinación suficiente para sujetar el cordón y moverlo sin que se suelte, el momento de que vea cómo hacer el nudo. Primero un lazo simple cruzando los dos extremos para hacer una “X” y después hacer el juego del conejo, que consiste en que uno de los extremos se coloca como si fuesen las orejas de este animal. El otro extremo se pasa alrededor y sujetando con los dedos pulgar e índice lo pasa entre la “oreja”. Finalmente, se tira por cada extremo en una y otra dirección para que el nudo se quede apretado.

Deja que practique varias veces

La motivación es fundamental en el aprendizaje, al igual que la repetición. Por eso, anímale para que haga los movimientos varias veces hasta que lo haga con soltura y casi de memoria. Esta es la etapa en la que muchos padres pierden la paciencia con facilidad, ya que hasta que se consigue que un nudo salga bien, habrá que intentarlo muchas, muchas veces.
Cada vez que le salga bien, anima a tu hijo y pídele que lo suelte y lo vuelva a repetir. No deshagas tú el nudo a no ser que se haya trabado. Así no solo aprenderá a atarse los cordones, sino también a desatarlos. Una vez que los movimientos se hayan convertido en un proceso automático, verás cómo el niño directamente va a ponerse los zapatos y los ata sin ayuda. Alguna vez se le desatarán y hasta puede que tengas que atarlos porque haya prisa. Pero cada vez serán menos las ocasiones en que lo necesite.

Consulta la sección de zapatos de Normandie.

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